Coordenadas: 18°05′12″N 67°53′22″O

Algunos la comparan con la isla Galápagos por la virginidad de su entorno natural. Las prístinas playas, las especies de anfibios, aves y reptiles (algunos solo habitan en este lugar), las cuevas con petroglifos taínos y los arrecifes, que encierran lagunas costaneras, contribuyen a que esta isla en el archipiélago de Puerto Rico se le reconozca como la Galápagos del Caribe.

Otros la relacionan jocosamente con la película Jurassic Park por las enormes iguanas que allí habitan. Al encontrarse de frente con este gigantesco reptil, puede uno pensar que ha sido transportado a la época prehistórica. De la misma manera, al ver los descomunales cobos o caracoles ermitaños, esperaría cualquiera que quizás aparezca pronto un dinosaurio.

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La iguana de Mona no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. Foto: Pamy Rojas

ECLOSIÓN DE TINGLAR

Lo más que nos impresionó de nuestra visita a la isla fue la eclosión de pequeñas tortugas marinas que pudimos presenciar en la playa Sardinera. Vimos como decenas de careyes diminutos iban emergiendo de su nido en la arena. Estas pequeñas criaturas salen del profundo hueco donde su madre las depositó y cubrió con bastante arena. Es impresionante ver como los neonatos de carey pueden abrirse paso a través de una capa de arena de por lo menos dos o tres pies de profundidad. Empiezan a salir poco a poco, abriéndose paso entre la arena, desde el fondo. Luego de luchar contra el peso de la tierra que las sepultó en un momento, las tortuguitas tienen que continuar su camino por la playa hacia el mar.

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Las pequeñas tortugas en su carrera hacia el mar. Foto: Pamy Rojas

NEONATOS DE CAREY

Muchos neonatos de carey no logran llegar a su destino porque se pierden en el trayecto y algún depredador de la isla, como los cerdos, gatos o aves marinas, se las comen. Las tortugas que consiguen llegar a la orilla de la playa, son arrastradas por las olas y allí empiezan a nadar mar adentro. No obstante, en el océano también los neonatos encuentran depredadores. O sea que, de cientos de huevos que pone la tortuga madre, un ochenta por ciento de neonatos sale de sus huevos y setenta por ciento llega al mar. De esa cantidad de tortugas que llega al mar, se estima que solo uno de mil sobrevive hasta llegar a adulto y luego regresar a poner sus huevos en la misma playa donde nació.

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Desde playa Sardinera se observa isla Monito, al norte de isla de Mona. Foto: Pamy Rojas

PLAYAS Y SANTUARIOS

Además del fascinante espectáculo de la naturaleza que nos regalaron los neonatos de carey, el solo hecho de admirar el entorno paradisiaco de la isla es una exhibición singular. Todas las solitarias playas, de transparentes aguas y relucientes arenas, son de una hermosura pasmosa. El silencio, la quietud y su belleza, nos hacía pensar que estábamos en un templo sagrado.

Las playas preferidas por los turistas por su accesibilidad, y las únicas donde se permite acampar, son Pájaros y Sardineras. Esta última cuenta con baños, duchas y mesas de picnic. Otras playas de la isla son: Brava, Uvero y Mujeres.

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A cientos de pies de altura se levantan los acantilados. Foto: Pamy Rojas

ABISMOS Y FOSOS

Los sobrecogedores acantilados de más de cien pies de altura son un cuadro alucinante. Verlos desde abajo nos hacía sentir insignificantes ante la magnitud de su altura y la exquisitez de sus formas. Sin embargo, la perspectiva desde arriba del abismo, nos daba una sensación de grandeza y de libertad. Pero al asomarnos por su escarpadas esquinas, a ver el abismal risco, un frío interno se apoderó de nosotros.

Las cuevas es otro gran atractivo natural del lugar. En Mona hay cavernas por todas partes. Algunas cuevas son: La esperanza, Del norte, Ataúd, Nuevos Lirios y La Negra; esta última es una de las más accesibles. Sin embargo, no es recomendable aventurarse a visitar las cuevas sin un guía.

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La perspectiva desde arriba del abismo, nos daba una sensación de grandeza y de libertad. Foto: Pamy Rojas

Hay varias rutas para caminar que se pueden seguir en esta isla de 10.9 kilómetros de largo por 6.8 de ancho. Pero al igual que las visitas a las cavernas, es importante hacer hiking con un guía. Desde la playa Sardineras se puede hacer una caminata hasta playa de Pájaros. Otra ruta de varias horas es llegar hasta el antiguo faro desde Sardineras.

ARRECIFES DE CORAL

Por otro lado, en los arrecifes de isla se han identificado cerca de veinticinco especies de corales, tanto blandos como duros. Estos ecosistemas no solo protegen la costa sur de la isla del oleaje, sino que también son un colorido santuario de cientos de especies marinas.

Los amantes del buceo aseguran que isla de Mona es donde mejor se bucea en Puerto Rico. La visibilidad llega hasta ciento ochenta pies. Gracias a que Mona no tiene problemas de erosión y es un área tan virgen, se pueden apreciar arrecifes muy saludables y con especies que no se encuentran en otros lugares de la isla grande.

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Los cobitos son simplemente gigantescos. Foto: Pamy Rojas

MÁS FAUNA EN EL LUGAR

Además de las especies acuáticas, la isla también cuenta con una gran variedad de aves marinas. La tijerilla, el águila de mar y el pelícano pardo son solo algunas de las aves que vuelan sobre los acantilados.

La ya famosa iguana de Mona, es una especie protegida que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Otras especies que habitan la isla, y que en temporada se pueden cazar, son los cerdos y cabros. Estos animales viven salvajes por la isla, ya que se dejaron allí luego de que se intentara poblar el lugar de animales domésticos.

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Iguanas y cobos compartiendo. Foto: Pamy Rojas

CANGREJOS Y CARACOLES

En Mona existen más de una decena de tipos de cangrejos marinos y sobre cuarenta variedades de caracoles marinos. Muchos salieron curiosos de sus nidos a observarnos con detenimiento. Luego, regresaron a su guarida sin mucho miramiento, demostrándonos con gran seguridad que el territorio es de ellos y afirmándonos que nosotros solo éramos visitantes del lugar.

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Mona desde el cielo. Foto: Pamy Rojas

SANTUARIO DIVINO

Luego de absorber todo su encanto, nos convencimos de que efectivamente, isla de Mona es un santuario divino. Pero a pesar de ser un entorno natural tan exquisito, es una reserva escasamente visitada. Puede ser, por esa misma razón, que este paraíso se ha mantenido tan virgen; es poco el contacto que existe con los humanos. Los vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico son los únicas personas que tienen el privilegio de vivir en este edén, ya que la reserva natural es administrada por dicha división. De la misma manera, solo ellos pueden llegar en avión a isla Mona. Los turistas solamente pueden llegar a Mona por lancha. Hay varios concesionarios que llegan a la isla desde Boquerón, Joyuda o Rincón.


PRÁCTICAS DE TURISMO CONSCIENTE:

1. Visitar una reserva natural.

2. Aprender sobre la flora y fauna de lugar.

3. Disfrutar de un espacio natural casi virgen.

4. Conocer especies que no se encuentran en otro lugar.

Nota: escrito y fotografias pertenecen a Pamy Rojas. ¡Pueden leer más blogs escritos por Pamy Rojas en su su página de web Dejavutravelpr.com!